Durante una ceremonia en la localidad de Husseiniya, en la ciudad sureña de Maaroub, el secretario General Adjunto de la Resistencia islámica libanesa, Sheikh Naim Qassem, convocó a los partidos políticos con representación en la unicameral legislatura a presentar objetivos prácticos para sacar al país del colapso.
Qassem explicó que la formación del gobierno constituye un asunto fundamental para impulsar la recuperación, “pues las cosas pudieran deteriorarse cada vez más de continuar la pérdida de tiempo en disputas individuales”.
El representante del Partido de Dios rechazó la negativa y abstención de algunos bloques parlamentarios de participar en la conformación del gabinete, “una posición que frenar cualquier avance hacia la restauración de la nación”, subrayó.
Manifestó que la división en el país constituye expresión de la posición estadounidense que trabaja para anular cualquier logro durante este período y acentúa las problemáticas de vida de la población.
En este sentido, el bloque Lealtad a la Resistencia y el Frente de Acción Islámica reclamaron la conformación rápida del gobierno en Líbano para tratar temas como la aprobación del plan de recuperación, la estabilidad del tipo de cambio de la moneda nacional y la protección del dinero de los depositantes.
La agrupación de legisladores llamó ayer al Ministerio de Economía a movilizar más los esfuerzos de planificación y seguimiento, para terminar con la llamada crisis del pan y poner fin a los monopolistas, contrabandistas y aquellos involucrados en la manipulación del sustento de los ciudadanos.
En tanto, el Frente de Acción Islámica defendió la soberanía de Líbano, para extraer sus recursos hídricos y terrestres, al tiempo que rechazaron las ambiciones de Israel por apoderarse del petróleo y gas en la frontera sur.
Tras dos jornadas de consultas en el Parlamento, el recién reelecto primer ministro, Najib Miqati, entregó los resultados de los encuentros con bloques y diputados al mandatario, Michel Aoun, para la designación del gabinete ministerial.
En medio de la peor crisis en su época moderna, Líbano realizó comicios parlamentarios el 15 de mayo último y en el presente la integración del gobierno da continuidad a este proceso que tendrá cierre con la elección del presidente de la República, a fines de año.
Inflación del 890 por ciento, salario mínimo mensual menor a 25 dólares, devaluación de la moneda, altos precios en los artículos de primera necesidad y 2,2 millones de personas necesitadas de alimentos evidencian el agravamiento de las condiciones de vida en Líbano, según Naciones Unidas.
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