Otro de los motivos argumentados por la empresa transportista está en evitar así nuevas huelgas, como la realizada por los pilotos y personal de cabina de la aerolínea durante tres días a finales de junio pasado.
Los vuelos anulados equivalen al 6,0 por ciento de los programados para verano por Brussels Airlines, que estima en 10 millones de euros las pérdidas por esta decisión.
Esta cifra es también similar a la primera estimación de pérdidas ocasionadas por el paro de tres días en junio.
En un primer momento, estaba prevista la cancelación de 148 vuelos durante julio, pero finalmente serán 675 durante los dos meses estivales por la presión de los sindicatos, aunque la compañía asegura que no puede asumir más anulaciones.
Tras este anuncio, sindicatos y empresa retoman los contactos para buscar soluciones a corto plazo frente a la sobrecarga de trabajo.
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