El presidente de la Cámara de Transporte Urbano de Lima y Callao (CTU) que reúne a esos colectivos, Ricardo Pareja, dijo que la huelga se debe a que el Ejecutivo no atendió su pliego de reclamos, aunque el diálogo sigue abierto.
Los cinco gremios de empresas de transporte exigen que el Gobierno les facilite créditos con bajos intereses para pagar adquisiciones hechas antes de la pandemia, iniciada en marzo de 2020, apoyo recibido por conjuntos empresariales de distintos sectores, entre otros pedidos.
La CTU se negó a firmar un acta de acuerdo con otras concesiones, como la devolución parcial de impuestos a los combustibles y la rebaja del pago de peajes, entendimiento que, según Pareja, fue consultado con las bases, que lo rechazaron y decidieron paralizar sus servicios.
Según Pareja, la CTU tiene 16 mil de las 23 mil 600 unidades de transporte urbano de pasajeros de Lima.
El representante de la Asociación de Empresas de Transporte Interprovincial y de la Unión de Agrupaciones de Transporte de Carga, Martín Ojeda, señaló que estos sectores firmaron el acta y mantienen conversaciones con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
El ministro de esa cartera, Juan Barrenzuela, informó ayer que el acta de solución de las demandas fue suscrita por representantes del 70 por ciento de las organizaciones del sector, mientras está pendiente de confirmación el resto.
Pareja, a su vez, acusó al Gobierno de sembrar confusión por dar a entender que no habrá huelga e insistió en que paralizarán sus servicios las empresas a las que representa.
En abril pasado un paro de transportistas de carga obtuvo la adhesión voluntaria o forzada de los gremios de pasajeros urbanos e interprovinciales y registró disturbios que dejaron víctimas directas o colaterales.
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