La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, insistió en la necesidad de dicho programa frente a la posibilidad de una paralización total del suministro de gas desde esa procedencia.
Al respecto, la jefa de la Comisión explicó que el proyecto está basado en planes de emergencia nacionales.
Dijo que todos los países miembros tienen planes de contingencia nacionales, deberían tenerlos, pero creen es muy importante abarcar una visión paneuropea y un enfoque coordinado para una posible interrupción total en el suministro.
Según Von der Leyen, es necesario pensar dónde se necesita más gas en la Unión Europea (UE) y cómo garantizar su suministro allí. Además, indicó, la CE tiene que ver cómo proteger a los consumidores y al mercado único de la Unión.
A fines de abril, la firma rusa Gazprom dejó de suministrar gas a las compañías Bulgargaz en Bulgaria y a PGNiG en Polonia, en los últimos días de mayo a Gasum en Finlandia y a GasTerra en los Países Bajos, y a principios de junio a Shell Energy Europe en Alemania y a Orsted en Dinamarca.
La CE, tras el inicio del conflicto ucraniano elaboró un plan denominado REPowerEU para reducir las importaciones de gas ruso en 100 mil millones de metros cúbicos (dos tercios) hacia finales de año.
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