En una entrevista publicada por el periódico Süddeutsche Zeitung, el ejecutivo defendió la actual tendencia en cuanto a matriculación de vehículos.
Dijo que se necesita mucha electricidad para producirlos. El proceso quizá pueda optimizarse en un pequeño porcentaje, pero la relación se mantiene.
Especificó que si en 2030 una persona llena el depósito con electricidad por 10 euros para hacer 500 kilómetros, el conductor de e-fuel tendrá que gastar 60.
Diess no cree que la transición a los vehículos eléctricos vaya a fracasar por falta de estaciones de recarga, uno de los argumentos que suele citarse.
En Europa la infraestructura no será un problema. Ahora mismo llegan muchos fondos de inversión, también de las compañías de hidrocarburos, que quieren seguir operando sus gasolineras, por ejemplo, comentó.
Para su opinión, el cuello de botella en Europa y en otros lugares podrían ser las baterías y las fábricas de células a partir de mediados de la década, que seguirán siendo escasas.
El directivo se mostró además optimista respecto de las perspectivas de su grupo frente a su rival estadounidense Tesla en los próximos meses, ya que puede aumentar su producción de manera más sencilla.
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