En la investigación realizada por expertos se identificaron en bolígrafos, pegamentos, lápices y cuadernos sustancias químicas peligrosas, como ftalatos, cloroformo y bisfenol, algunas de las cuales pueden causar efectos nocivos en la salud al ser inhaladas, ingeridas o simplemente en contacto con la piel.
La Agencia alertó ante el hecho de que estos materiales se utilizan a diario, especialmente por los niños, y que pueden llevárselos a la boca, por lo que elevó varias recomendaciones tanto a las administraciones públicas como a los fabricantes y los consumidores.
A las primeras demandó que se amplíe la normativa europea existente sobre juguetes a estos suministros, que actualmente no están sujetos a normas específicas, mientras que a los fabricantes pidió que retiren estos productos del mercado y que se refuercen los controles.
Por último, y para limitar los riesgos, recomendó a los usuarios a tener precaución al elegir los productos, aconsejando que den preferencia a los materiales que no tengan perfumes, purpurina u otros materiales artificiales que puedan inducir a los menores a hacer un uso inadecuado de los mismos.
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