Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich estimaron que la pérdida de la capa protectora de la estratosfera podría constituir la causa del aumento del calor y la sequía experimentada en algunos sitios, y también el exceso de humedad.
Según los expertos, en coincidencia con la aparición de agujeros en esa zona, reportadas hasta la fecha en 2011 y 2020, las primaveras fueron inusualmente cálidas y secas en el centro y norte de Europa y en Siberia (Rusia).
El estudio, difundido en la revista Nature Geoscience, arrojó tales hallazgos tras el diseño de simulaciones que integraban el agotamiento del ozono en dos modelos climáticos diferentes y las cuales, a la postre, coincidieron en gran medida con los datos de observación de esos dos años.
«Lo que más nos sorprendió desde el punto de vista científico es que, a pesar de que los modelos que utilizamos para la simulación son totalmente diferentes, produjeron resultados similares», afirmó en un comunicado el coautor de la indagación Gabriel Chiodo.
El ozono, que interviene en los cambios de temperatura y circulación en torno al Polo Norte, solo se destruye cuando hace suficiente frío y el vórtice polar es fuerte en la estratosfera, a unos 30 o 50 kilómetros sobre el suelo, remarcó la estudiante de doctorado Marina Friedel participante en el estudio.
Normalmente, abundaron los investigadores, esta sustancia absorbe la radiación ultravioleta emitida por el sol, calienta la estratosfera y contribuye a romper el vórtice polar durante la primavera.
Pero, cuando el ozono disminuye, la estratosfera se enfría y el vórtice se fortalece, tras lo cual se producen los efectos observados en la superficie de la Tierra, sentenció Chiodo.
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