Con un valor estimado de 235 millones de dólares, la inversión ayudará a reducir las importaciones de derivados del petróleo y favorecerá el proceso de descarbonización de la industria, altamente consumidora de combustibles fósiles, argumentaron directivos del sector.
El proyecto, perteneciente a la empresa petrolera nacional (Sonangol), fue ejecutado con el soporte técnico y la supervisión de ingeniería y construcción de la multinacional italiana ENI (Ente Nazionale Idrocarburi), destacó el ministro de Recursos Minerales, Petróleo y Gas, Diamantino Azevedo.
Al decir del titular, la nueva infraestructura reportará importantes beneficios ambientales, pues utilizará el hidrógeno para satisfacer parte de sus necesidades de energía eléctrica y térmica, con el respaldo de la planta de ciclo combinado existente allí.
Profesionales angoleños recibieron capacitación y formación en la universidad corporativa de la ENI, en Italia, mientras otros completaron el adiestramiento en Luanda, con vistas a asumir la totalidad de las operaciones del moderno complejo fabril, indicó.
La obra, explicó, forma parte de los objetivos inscritos en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, cuya implementación contempla también la construcción de las refinerías de Cabinda y Soyo (norte), así como la reactivación de una inversión similar en Lobito (occidente).
Según el funcionario de ENI Guido Brusco, la ampliación y la modernización de la refinería de Luanda llegó a su final de manera exitosa sin ningún tipo de accidente, aunque la fuerza laboral promedio fue de 600 personas, en un escenario complejo porque la antigua planta continuó en funcionamiento.
Representantes de Sonangol y ENI aprovecharon la ceremonia para firmar un memorando de entendimiento, que concibe, entre otros aspectos, la realización de estudios para la construcción de una biorrefinería en Angola.
El documento fue suscrito por el presidente del Consejo de Administración de Sonangol, Sebastião Martins; y el director general de la División de Recursos Naturales de la compañía italiana, Guido Brusco.
De acuerdo con el ministro Azevedo, la iniciativa estará en consonancia con los compromisos internacionales del gobierno angoleño en materia de transición energética y reducción de las emanaciones de gases de efecto invernadero.
La biorrefinería, abundó, dará lugar al surgimiento de una cadena de valor multisectorial con la participación de la agricultura y otras ramas, en pro de la diversificación de la economía interna, la creación de empleo y el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sustentable.
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