“La investigación y el enjuiciamiento del caso en Haití parecen estar estancados”, lamentó el organismo mundial en un comunicado y señaló que el expediente pasó por cinco jueces de instrucción.
La Binuh señaló que desde que se cometió el crimen en julio de 2021, la creciente inseguridad, ligada a la proliferación de actos de violencia cometidos por bandas armadas aterroriza a los ciudadanos y acapara el debate público en un contexto en el que los retos a los que se enfrenta el país aumentan día a día.
También insistió en la urgencia de restablecer las instituciones democráticas en condiciones de seguridad favorables y dejar de lado las diferencias para alcanzar una salida sostenible y pacífica a la crisis del país.
La investigación del magnicidio se reanudó hace pocas semanas, luego del nombramiento de Walther Wesser Voltaire al frente del archivo, tras la renuncia o despido de sus antecesores.
La semana pasada se conoció que uno de los principales sospechosos, el empresario Samir Handal, arrestado desde noviembre en Turquía fue puesto en libertad, luego de que las autoridades de ese país rechazaron la petición de extradición formulada por el Gobierno haitiano.
Por su parte, en Estados Unidos están detenidos otros tres presuntos implicados a quienes se les acusa de planificar el complot, entre ellos el exsenador y crítico de Moïse, John Joel Joseph.
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