En entrevista con el canal OTV, el jefe de Estado aseguró que las conversaciones finalizarán pronto y sus resultados satisfarán a todos.
Aoun subrayó que la solución será del interés para ambos países, pues de lo contrario sería hegemonía de una parte sobe la otra.
“Estamos demarcando una frontera y las dos naciones deben estar satisfechas con la negociación cuando lleguemos a ella, de lo contrario no sería solución”, insistió.
Avizoró una terminación de la disputa en un corto período al considerar un entendimiento con Estados Unidos, que actúa como mediador entre Líbano e Israel.
El mandatario recalcó que de no existir un ambiente positivo no habría continuidad en el curso de las negociaciones.
Según reportes locales, entre ambas naciones existe una zona rica en petróleo y gas en disputa de unos 860 kilómetros cuadrados, de acuerdo con mapas depositados por estas ante las Naciones Unidas.
Durante las conversaciones en el pasado, la delegación libanesa presentó un nuevo plano que aboga por mil 430 kilómetros adicionales, lo que llevó a la suspensión de las negociaciones por parte de Israel en 2021.
La presencia a inicios de junio de la plataforma Energean Power al servicio de Tel Aviv en la frontera sur de Líbano con Palestina ocupada avivó la disputa marítima.
Al llamar a Beirut al mediador estadounidense Amos Hochstein, las máximas autoridades libanesas del Estado, gobierno y el Parlamento presentaron una posición unificada sobre el derecho a beneficiarse de sus recursos hídricos y exigieron el cese directo de todas las actividades navales israelíes en la zona en conflicto.
En este contexto, el secretario general de Hizbulah (Partido de Dios), Hassan Nasrallah, reiteró las capacidades financieras, militares y de seguridad de la resistencia para evitar la explotación de las riquezas de Líbano por parte de Israel.
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