En total registramos 52 fallecidos y 110 heridos, confirmó al rotativo el ejecutivo interino de la comuna de Cité Soleil, Joël Janéus, y lamentó que la mayoría de los lesionados son residentes que huyen de los combates.
“Hay muertos, jóvenes que no tenían nada que ver con estos grupos armados”, deploró, mientras criticó a aquellos que suministran armas a los grupos.
La nueva escalada violenta tiene lugar en medio de las disputas de las federaciones G-9 y aliados contra G-Pep en la zona norte de Puerto Príncipe.
El coordinador de la Red Nacional de Derechos Humanos, Pierre Espérance, denunció que la inseguridad es el resultado de la gestión del Estado, y acusó a las autoridades de suministrar municiones y armas de fuego a grupos armados, en particular a G-9 y aliados.
El viernes la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (Binuh) lamentó que los “enésimos” enfrentamientos causan terror en las zonas de Bas Delmas, Croix-des-Missions, Santo, Tabarre, así como en la comuna de Cité Soleil.
“La Binuh hace un llamamiento a todos los individuos armados para que pongan fin inmediatamente a sus actos de violencia, para que den paso libre a los servicios médicos de emergencia y anima a las autoridades nacionales a que garanticen la protección de la población civil”, escribieron en un mensaje en la red social Twitter. A finales de abril choques similares entre pandillas dejaron unos 200 fallecidos y cientos de heridos, según el reporte de organizaciones de derechos humanos y Naciones Unidas.
Los enfrentamientos tienen lugar en medio de una ola violenta que sacude al país, acrecentada tras el asesinato en julio de 2021 del presidente Jovenel Moïse, y ante la poca capacidad de la Policía para frenar el fenómeno.
mem/ane
