«El jueves 14 de julio de 2022, la corporación estatal Roscosmos y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) firmaron un acuerdo relativo a los vuelos de tripulaciones integradas en naves de transporte tripuladas rusas y estadounidenses», precisó el texto publicado en la red social Telegram.
Roscosmos indicó que este pacto responde a los intereses de Moscú y Washington de facilitar el desarrollo de la cooperación en el marco del programa de la Estación Espacial Internacional (EEI) y la ejecución efectiva de proyectos de exploración y desarrollo del espacio exterior con fines pacíficos.
En ese sentido, la entidad espacial rusa precisó que el convenio tiene como objetivo garantizar la presencia de, al menos, un cosmonauta de Roscosmos y un astronauta de la NASA a bordo de la EEI para dar servicio a los segmentos de ambos países en caso de una situación anormal relacionada con la cancelación o el retraso del lanzamiento de una nave espacial rusa o estadounidense.
Por otra parte, Roscosmos anunció que junto a la NASA determinaron que la cosmonauta rusa Anna Kíkina formará parte de la tripulación principal de la nave espacial estadounidense Crew Dragon, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo otoño boreal.
Asimismo, la tripulación principal de la nave espacial tripulada Soyuz MS-22, cuyo lanzamiento está previsto para el 21 de septiembre desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, incluye a los cosmonautas de Roscosmos Serguéi Prokópiev (comandante) y Dmitri Petelin (ingeniero de vuelo), así como al astronauta de la NASA Francisco Rubio (segundo ingeniero de vuelo).
Estas iniciativas a decir de la Agencia Espacial rusa son los primeros pasos para poner en práctica el acuerdo sobre vuelos cruzados.
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