En declaraciones a la agencia oficial de noticias Saba, el viceministro de esa cartera, Ali Al-Walidy, instó a elevar las medidas preventivas para enfrentar la pandemia, entre las que citó el uso de mascarillas.
El funcionario también destacó la importancia de vacunarse contra la enfermedad, aunque no precisó las cifras más recientes de contagio.
La pandemia agravó la crisis humanitaria en Yemen, donde 23,4 millones de personas, de una población total de 31 millones, necesitan asistencia, según datos de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC).
Más de 19 millones padecen inseguridad alimentaria, 17,8 millones carecen de acceso a agua potable y servicios de saneamiento adecuados, y 21,9 millones no tienen atención médica básica, señaló la IFRC en un reciente informe.
Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, reveló recientemente que al menos 377 mil personas murieron como consecuencia directa o indirecta del conflicto.
La guerra comenzó en 2014, cuando los rebeldes hutíes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida Saná, la capital.
Al año siguiente una coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo del entonces mandatario Abd Rabbu Mansour Hadi, quien recientemente entregó el poder al nuevo Consejo de Liderazgo Presidencial.
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