En la víspera del Día de la Rebeldía Nacional y aniversario 69 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el mandatario visita esta capital provincial, sede del acto por la efeméride revolucionaria.
Por duros que sean los tiempos, la Revolución construye, transforma, crea. Cienfuegos lo ha hecho: cientos de obras y acciones en barrios y comunidades, escribió Díaz-Canel en la citada red social.
Entre los lugares visitados en la mañana por el jefe de Estado estuvo el proyecto de desarrollo local Finca La Isabela, iniciativa que dio lugar a una mini industria capaz de procesar 28 tipos de frutas y vegetales.
Las actividades productivas, la belleza del lugar y la cultura tienen que ver con el empeño, la pasión y el compromiso, dijo el mandatario tras recorrer la instalación del sector agroindustrial. Díaz-Canel agregó que lo logrado en este proyecto “demuestra la validez de los principios que defendemos de desarrollo sostenible”.
El mandatario comprobó el proceso de restauración capital al que fue sometida la escuela secundaria Básica urbana Frank País, en esta ciudad, 240 kilómetros al sudeste de La Habana.
“Ahora lo importante es lograr que se realice mantenimiento con sistematicidad para que no vuelva a llegar al mismo nivel de deterioro”, instó al colectivo de estudiantes y docentes.
El recorrido del también primer secretario del Comité Central del Partido Comunista (PCC) comenzó por la comunidad El Fanguito en las afueras de la capital provincial, uno de los 42 barrios en condiciones de vulnerabilidad en los que aquí se aplica un programa integral de reanimación, el cual incluye viviendas, calles, aceras, redes hidrosanitarias y otros.
También incluyó la planta termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, una de las más estables en la generación de energía del país, con sus dos unidades que aportan 220 megawatts al Sistema Electroenergético Nacional.
Unos 10 mil cienfuegueros participarán mañana martes en el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional.
El 26 de julio de 1953 un grupo de jóvenes liderados por Fidel Castro, y que luego la historia de Cuba identificó como la Generación del Centenario, atacó los cuarteles Moncada (Santiago de Cuba) y Carlos Manuel de Céspedes (Bayamo), acciones que el propio líder calificó como el motor pequeño que echó a andar el motor grande de la Revolución.
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