Según la indagación la confianza de las empresas alemanas cayó más de lo previsto en julio, a 88.6 puntos, su nivel más bajo en más de dos años y muy inferior a la previsión de 90.2 realizada por un sondeo entre analistas.
La lectura de junio se revisó ligeramente a la baja, hasta 92.2 puntos, por lo que Ifo ratificó su pronóstico de que la recesión está llamando a la puerta y no se puede descartar.
El jefe de las encuestas del Ifo, Klaus Wohlrabe consideró que si las entregas de gas para Alemania a través del gasoducto Nord Stream se mantienen al 40 por ciento de la capacidad no habrá recesión.
No obstante, el regulador de la red de gas de ese país aseguró el viernes que, si el combustible continúa bombeándose a ese nivel, Berlín tendría que adoptar medidas adicionales para alcanzar un 90 por ciento de la capacidad de almacenamiento fijado como objetivo.
Este pesimismo se extiende por casi todas las industrias, y en particular en los sectores de los servicios, comercio, manufacturero y la construcción, ya que las empresas también valoraron su situación actual de peor, precisó el Ifo.
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