La plataforma que reúne a cientos de organizaciones sociales y políticas para buscar soluciones a la crisis nacional dijo tener suficiente con lo que define como tácticas de retraso de la oficina del primer ministro “que no tienen ningún deseo real de avanzar en el diálogo”, aseguraron en un comunicado.
Según el documento, el Gobierno apuesta por mantener en el cargo al actual primer ministro, Ariel Henry, mientras el Acuerdo Montana propone restablecer los tres poderes del estado con un ejecutivo bicéfalo durante el periodo de la transición.
“El Estado es una barrera para resolver la crisis política. El Estado es un obstáculo para la renovación del sistema político, que es una condición necesaria para las elecciones y la creación de riqueza”, apuntaron.
Este desencuentro entre las dos fuerzas políticas era previsible pues están en desacuerdo en lo esencial, quién debe liderar la transición.
Henry aboga por mantenerse en el cargo hasta la conclusión de un proceso electoral que legitime a un presidente y a los nuevos integrantes de la Asamblea Nacional, mientras que el Acuerdo Montana defiende el establecimiento de una administración transitoria y de hecho ya eligió a un eventual jefe de Estado y primer ministro interinos.
En el último mes intentaron varias reuniones que cerraron sin consensos concretos ni agendas para el proceso de negociaciones.
Incluso uno de los aliados gubernamentales, el Sector Democrático y Popular, propuso ampliar el diálogo político para incluir a otros actores. “Las negociaciones para sacar al país de la crisis política deben hacerse con todos los actores políticos y la sociedad civil. No debemos dejar a nadie atrás”, escribió su portavoz André Michel en Twitter.
El fin del diálogo podría significar otra vuelta atrás en la resolución de la crisis mientras se recrudecen problemas como la inseguridad, la proliferación y enfrentamiento de las pandillas que dejaron cientos de fallecidos, heridos y desaparecidos en los últimos meses.
También constituye un desacierto en la gestión de Henry que a asumir el cargo tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse prometió un proceso de reconciliación nacional, elecciones y reforma constitucional.
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