La agenda de este precongreso, que es presencial, tiene como tema Lo esencial del abuso sexual infantil y es trasmitido de manera directa para los conferencistas en nueve países y las personas inscritas en el XXIX Congreso de Prevención y Atención del Maltrato Infantil cuya cita será en septiembre venidero.
En el encuentro, que tiene lugar en la sede de la Federación Odontológica Colombiana, los participantes analizan puntos como las Instituciones a la medida de los victimarios de la niñez en Colombia, a cargo de la periodista Alexandra Correa; Por qué no se va la violencia contra los niños, las niñas y los adolescentes, que presentará Isabel Cuadros Ferré.
Otro de los temas a analizar en este curso precongrso, será la Detección del abuso sexual Infantil, entre otros.
Dicho fenómeno afecta a millones de niños y niñas en América Latina, España y el mundo, dijo Isabel Cuadros Ferré, Médica Psiquiatra, directora ejecutiva de la Asociación.
La cita precongreso finalizará con una sesión denominada El auditorio tiene la palabra, subrayó la experta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el maltrato infantil como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años.
Incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño y que pongan en peligro su supervivencia.
Subraya que el maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y puede tener consecuencias a largo plazo como estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano.
Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario y, en consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales.
La OMS advierte que en situaciones de conflicto armado y entre los refugiados, las niñas son especialmente vulnerables a la violencia, explotación y abusos sexuales por parte de los combatientes, fuerzas de seguridad, miembros de su comunidad, trabajadores de la asistencia humanitaria y otros.
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