Estos análisis ocurren después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, tratara de convencer a Arabia Saudita de aumentar la producción para frenar la inflación.
El cartel de países petroleros, liderado por Arabia Saudita y Rusia, resistió hasta ahora a la presión estadounidense de aumentar la producción después de que el conflicto en Ucrania desencadenara una subida de los precios del crudo.
Después de recortar la producción en 2020 en respuesta a la caída de los precios durante la pandemia de la Covid-19, la OPEP+ comenzó a aumentar modestamente la producción el año pasado y renovó esta política cada mes.
En 2020 el grupo optó por dejar bajo tierra millones de barriles de petróleo, para no inundar el mercado con crudo que no pudiera absorber por un desplome de la demanda.
La reciente caída relativa de los precios del petróleo y la amenaza de una recesión global podrían empujar a la OPEP+ a ir a lo seguro.
Los dos crudos de referencia mundial cotizaron este miércoles por debajo del umbral de los 100 dólares por barril, lejos de los máximos alcanzados a principios de marzo en torno a los 140 dólares.
El Brent en el Mar del Norte perdió 0,87 por ciento hasta los 99,67 dólares el barril, mientras el marcador estadounidense, el WTI, descendió 0,72 por ciento hasta los 93,65 dólares el barril.
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