El término hace alusión a una «variada gama de enfoques creativos para trabajar con sonido e imagen y trasferir o reinterpretar variables comunes en la composición musical o artes sonoras a través de la imagen».
Según indica el sitio digital La Ventana, la combinación de palabras también puede referir a la «sonificación» de la imagen o el uso de variables principales del trabajo visual y su reinterpretación en el entorno sonoro musical.
Mientras, otros expertos en el tema, indican que la terminología indica una relación no jerárquica en la que sonido e imagen se generan a partir del mismo proceso creativo.
Teniendo en cuenta tales consideraciones, el concurso dedicará sus actividades a la música visual y pretende en su noveno encuentro responder a las tendencias creativas actuales y sus aproximaciones transdisciplinares a la creación artística.
Al decir de los organizadores, las expectativas del certamen son elevadas pues busca motivar la experimentación en la frontera entre el sonido, la música y el ámbito visual, «y no la musicalización de videos o registro de conciertos convencionales».
Los evaluadores esperan disfrutar de la creatividad de los concursantes, quienes deberán enfocarse en fomentar la experimentación sustentada por conceptos teóricos sobre la integración de sonido, música e imagen.
De acuerdo con la convocatoria, podrán participar compositores latinoamericanos, naturales o naturalizados con trabajos colaborativos o de colectivos que deberán entregarse en soporte digital, bajo seudónimo y tener un límite de duración de 20 minutos.
Los evaluadores otorgarán un premio único e indivisible, consistente en tres mil dólares o su equivalente en la moneda nacional que corresponda, así como la reproducción de la pieza en una edición multimedia (audio, partitura y textos).
Asmimo, el material premiado y aquellas obras que resulten recomendadas por el jurado integrarán la Colección de Música de la prestigiosa institución regional.
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