El Ministerio de Salud anunció la muerte de Tamim Ghassan Hijazi debido a las lesiones sufridas por un ataque contra el área de Al-Zana, al este de la ciudad de Jan Yunis.
Desde el comienzo ayer en la tarde de las incursiones israelíes 11 palestinos perdieron la vida en el enclave costero, incluidos una niña de cinco años y una mujer de 23.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud reportó unos 80 heridos, varios de ellos en estado grave.
Las aeronaves de Tel Aviv volvieron este sábado a bombardear presuntos blancos en la franja de Gaza de la Jihad Islámica, que respondió nuevamente con el lanzamiento de cohetes.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron en un comunicado que 40 supuestos objetivos del grupo palestino fueron destruidos en el territorio, poblado por más de dos millones de personas.
En respuesta, la agrupación palestina disparó en las últimas horas más cohetes contra el territorio israelí.
La Brigada de los Mártires de Al Aqsa, vinculada al gubernamental movimiento Fatah, se sumó este sábado a la contienda tras anunciar que también lanzó misiles contra la vecina nación.
Las autoridades de Tel Aviv cifraron en 160 el número de esos proyectiles empleados por los palestinos desde el comienzo de las hostilidades, la mayoría supuestamente interceptados por las baterías del sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
Ambas partes descartaron por el momento la mediaciones de terceros para poner fin al conflicto, que inició Israel en la tarde de ayer cuando asesinó a 10 personas, entre ellas uno de los jefes de la Jihad Islámica.
Un comunicado del grupo confirmó que entre las víctimas mortales se encuentra Tayseer Al-Jabari, jefe en la región norte del enclave de las Brigadas de Al Quds, el brazo armado de la agrupación.
Tras la agresión, el secretario general de esa formación, Ziad al Nakhala, anunció el inicio de las hostilidades contra Israel.
“El enemigo debe esperar peleas y no tregua”, advirtió en una entrevista con la televisora árabe Al Mayadeen.
Los combatientes de la resistencia deben actuar como un solo hombre, y no hay líneas rojas, ni interrupciones ni mediaciones de terceros, aseguró al Nakhala.
La agresión fue condenada por la presidencia palestina, así como por diversos partidos y agrupaciones defensoras de los derechos humanos.
En medio de la escalada, el ejército y la policía israelí comenzaron a movilizar a sus reservistas.
El portal noticioso Ynet reveló que el ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, autorizó llamar a las filas hasta 25 mil uniformados.
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