El organismo advirtió que se conforma una crisis de proporciones planetarias ante esta situación, derivada de las sanciones occidentales contra fertilizantes y alimentos rusos como represalia por su operación militar especial en Ucrania desde febrero de 2022.
La situación en los mercados globales es difícil, sobre todo en el trigo, en esta temporada debido a varios factores como la sequía en Estados Unidos y Europa, las inundaciones en Australia y el mal clima en la India, por lo que el suministro global de trigo molido caerá.
Además, anomalías climáticas hacen esperar una pérdida de calidad en el trigo norteamericano, principalmente el estadounidense, en tanto las restricciones sumadas a estas circunstancias de cultivo y clima podrían representar riesgos serios para la seguridad alimentaria del mundo.
Mientras Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Europea desataron sanciones contra Rusia, ni un solo país de América Latina, África o el Oriente Medio se sumó a las medidas restrictivas, en un escenario donde las naciones en desarrollo buscan la garantía alimentaria.
Estimaciones de la FAO indicaron que 828 millones de personas en el mundo sufrieron hambre al final de 2021, por lo que llamó a establecer un fondo internacional para solventar la exportación de alimentos, fertilizantes y energéticos en países en desarrollo, principalmente africanos.
En Kenya, Somalia y Etiopía, por ejemplo, unas 18 millones de personas padecen hambre, mientras que la plataforma Oxfam Internacional teme la muerte de 350 mil niños somalíes por desnutrición este año, cifras que podrían aumentar por los hambrientos en Sudán, República Centroafricana, Chad y el Congo.
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