Bajo el auspicio del gobierno en funciones, la propuesta ofrece prioridad a las producciones de trigo duro y blando y cebada en los ingenios nacionales con el propósito de hacer frente a las importaciones y aliviar la crisis del pan.
A través de un comunicado, el organismo anunció la posibilidad de aumentar la adquisición del cereal a los productores libaneses, amparado en un mecanismo aprobado por el primer ministro y en correspondencia con las estrategias de los ministros de Economía, Comercio y Agricultura. En este sentido, el titular interino de Agricultura, Abbas Hajj Hassan, confirmó que su institución trabaja para asegurar las semillas originales y ampliar las áreas cultivadas para la sostenibilidad del sector agrícola libanés.
La semana pasada, durante el Comité de Seguridad Alimentaria, el gabinete consideró utilizar el cereal subsidiado solo para la elaboración del pan árabe, esencial en la alimentación del libanés, luego de una interrupción en el mercado.
En la reunión, las autoridades descartaron la ausencia del pan en la alimentación de los ciudadanos pues a partir de septiembre comenzará la implementación del préstamo del Banco Mundial por valor de 150 millones de dólares para la importación de trigo.
De acuerdo con reportes de agencias de Naciones Unidas, alrededor de 2,2 millones de personas requieren apoyo para asegurar el acceso a alimentos y otras necesidades básicas en Líbano hasta fin de año, un aumento del 46 por ciento en comparación con 2021.
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