La misiva, una supuesta respuesta a los ataques del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro contra el proceso electoral, fue formulada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo y se leerá el 11 de agosto.
Rubricaron ya el texto los candidatos presidenciales Ciro Gomes, Simone Tebet y Luiz Felipe D’Ávila, así como los expresidentes Fernando Henrique Cardoso y Dilma Rousseff.
Fuentes cercanas al Partido de los Trabajadores (PT), del que Lula es su abanderado a las próximas elecciones, indicaron que el exdirigente sindical se resistía a refrendar el documento porque no quería dar al movimiento un carácter político-electoral, ni ser acusado de instrumentar la iniciativa.
El contenido cuenta con casi 800 mil firmantes y, por eso, quedó alejado el riesgo de que la signatura del líder petista sea vista como un gesto electoral.
Según el coordinador del Grupo Prerrogativas, que ayudó en la formulación del pliego, el abogado Marco Aurélio de Carvalho, «Lula es el único político brasileño que de hecho no necesitaría firmar ninguna carta o manifiesto en defensa de la democracia. Su compromiso con el Estado de Derecho es innegable».
Los organizadores de la iniciativa aseguran que la epístola unió a todos los sectores de la sociedad en torno a un único objetivo: salvar a Brasil de la escalada golpista de Bolsonaro, quien ataca el sistema electoral y a los ministros de las cortes superiores.
También emite fake news (noticias falsas) contra las urnas electrónicas y amenaza con no aceptar el resultado del sufragio del 2 de octubre.
La meta es llegar en un millón de firmas hasta el próximo jueves, fecha también de movilización nacional en defensa de la democracia y por elecciones libres, organizada por la Central Unitaria de Trabajadores, centrales sindicales, movimientos populares, partidos políticos, estudiantes y otras entidades de la sociedad civil.
Además de personalidades del medio jurídico, académico, político, sindical, de los movimientos sociales, de empresarios e incluso banqueros, la carta cuenta con gran compromiso de artistas y atletas que, así como en la dictadura militar (1964-1985), suman sus voces y fuerzas en la lucha contra el autoritarismo imperante en Brasil.
ro/ocs
