El partido de la primera ministra, Mette Frederiksen, figura con una intención de voto del 22,9 por ciento, que, sumado los apoyos parlamentarios, alcanzaría un total del 47,5 por ciento, de acuerdo con el portal local Ritzau.
La oposición, en cambio, podría arribar al 50 por ciento gracias a un nuevo partido antiinmigración Demócratas Daneses, la cual aspira al 11,2 por ciento de los votos.
El movimiento de centro-derecha lo dirige Inger Stojberg, condenada por separar ilegalmente a familias de refugiados cuando era ministra en 2016.
Dinamarca tiene hasta junio de 2023 como plazo para celebrar elecciones, pero una formación afín al Gobierno amenazó con retirar el apoyo si Frederiksen no da el paso y convoca los comicios antes del mes de octubre, cuando está previsto que arranque el próximo curso parlamentario.
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