«Dos años teníamos sin hacer el festival y fue de verdad un evento que muestra cómo somos los pueblos de alegres, la alegría de vivir en paz”, comentó Murillo en su alocución diaria en medios estatales.
La vicemandataria aludió al deber de fortalecer y consolidar como comunidad humana la paz, pues sin ella-dijo-no es posible construir.
“Con la paz que es amor se construye, se avanza y vamos alcanzando nuestras aspiraciones, nuestros sueños como personas, como sociedades y países, como planeta además”, subrayó la dirigente sandinista.
Durante dos días, en el centro de convenciones Olof Palme de esta capital, las naciones expusieron lo mejor de su gastronomía con comidas típicas, mientras mostraron al público bailes, cantos y trajes tradicionales, entre otras manifestaciones artísticas.
La codirectora del Instituto Nicaragüense de Turismo, Anasha Campbell, calificó el festival como un espacio para restituir el derecho a la recreación sana, al esparcimiento, al disfrute del arte, la cultura, pero, sobre todo, para unir a los pueblos.
En ese sentido, la coordinadora de la Comisión Nacional de Economía Creativa, Camila Ortega, resaltó la importancia de la cita como un evento idóneo para impulsar ese modelo económico que desarrolla el gobierno sandinista.
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