En su habitual parte a la prensa el jefe militar detalló que la operación tuvo como escenario la localidad de Novopávlovka, en la región de Nikoláyev.
Asimismo, añadió que los sistemas de defensa antiaérea de la nación euroasiática derribaron nueve vehículos aéreos no tripulados y dos misiles balísticos Tochka-U ucranianos e interceptaron siete proyectiles de sistemas de lanzamisiles múltiples Himars, de procedencia estadounidense.
Konashénkov informó que además dieron baja a cuatro sistemas Smerch en la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD) y en el sur de Ucrania.
Por otra parte, argumentó que la aviación, junto a las fuerzas de misiles y la artillería rusas atacaron cinco puestos de mando de las tropas de Kiev el último día, entre ellos la 46ª Brigada Aeromóvil cerca del asentamiento de Andréyevka, en la región de Jersón, y la formación nacionalista Aidar en Novosiólovka.
Igualmente, el vocero militar señaló que destruyeron siete depósitos de municiones y armas de artillería de misiles, así como, un sistema de misiles antiaéreos del enemigo S-300 cerca de Kramatorsk, en la RPD.
El representante de la cartera de Defensa resumió que, desde el inicio de la operación especial en Ucrania, las Fuerzas Armadas de Rusia eliminaron un total de 267 aviones, 145 helicópteros, mil 720 vehículos aéreos no tripulados y 365 sistemas de misiles antiaéreos.
Además de cuatro mil 283 tanques y otros vehículos de combate blindados, 795 lanzacohetes múltiple, tres mil 286 cañones de artillería de campaña y morteros y cuatro mil 807 vehículos militares especiales, precisó el Ministerio de Defensa ruso.
Rusia inició el pasado 24 de febrero un operativo armado en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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