«Washington nos responsabiliza sin fundamento por minar Ucrania. En el fervor rusofóbico, los estadounidenses se han superado a sí mismos al comparar las acciones de las Fuerzas Armadas rusas con las tácticas del grupo terrorista Estado Islámico en Siria”, expresó el diplomático en Telegram.
Antonov precisó que Moscú fue acusado, entre otras cosas, de bloquear el acceso a las tierras de cultivo, “insinuación que rechazamos enérgicamente», enfatizó el embajador.
Al respecto, argumentó que la comunidad internacional debería ver los crímenes de las autoridades ucranianas, a quienes instó a rendir cuentas por las atrocidades cometidas contra su propio pueblo.
“Ya es hora de mostrarle al mundo con sinceridad los crímenes del régimen de Kiev, pidiéndole que rinda cuentas por las atrocidades, principalmente contra su propia población», recalcó el diplomático.
Recordó que, durante las negociaciones sobre la exportación de cereales, el mundo se convenció que los ucranianos minaron las aguas costeras del mar Negro para impedir la salida de los buques con alimentos.
Antonov añadió que esta práctica se extiende a numerosas instalaciones sociales y de infraestructura, donde las Fuerzas Armadas de Ucrania instalan artefactos explosivos en escuelas y jardines de infancia, literalmente llenan bosques y campos con minas en varias direcciones, dijo.
«Tales acciones hablan con elocuencia de la actitud del régimen del presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, hacia la población de aquellas tierras que a Kiev le gustaría considerar propias», agregó.
El jefe de la legación diplomática en Washington manifestó que todas estas pruebas muestran que la situación real es exactamente lo contrario de lo que esbozó el Departamento de Estado estadounidense. “Sin embargo, esto no detiene a los organizadores de la campaña de desinformación contra Rusia”, subrayó.
Antonov comentó, además, que las autoridades de Washington pretenden destinar 89 millones de dólares a Kiev para la formación de zapadores para despejar el territorio y neutralizar los supuestos artefactos explosivos improvisados y sin estallar.
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