Expertos del Centro de Investigaciones de Bioalimentos (CIBA) de Ciego de Ávila, dirigen el programa en la finca La María, del municipio de Morón, donde utilizan técnicas de producción más limpia, la protección y conservación de los suelos y la utilización de materias naturales nacionales.
El investigador del CIBA, Carlos Armando Masorra, señaló que desde hace más de un año desarrollan algunos experimentos para comprobar el contenido proteico y energético del girasol e incluirlo en la dieta de ovinos, cerdo, conejos, bovinos y aves.
Destacó que la planta oleaginosa es tolerante a la sequía, menos atacada por las plagas y alta productora de aceite comestible, lo que ayudará al Programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional que desarrolla el país para lograr un futuro sostenible.
Idelfonso Clero, jefe de la finca explicó que tienen sembradas 0,3 ha de girasol, destinadas como alternativa para el alimento animal y a la elaboración de aceite alimenticio, teniendo en cuenta que es una de las plantas aceitosas más importantes del mundo.
Además, de ser útil para desarrollar la abeja empilona encargada de la polinización de los diferentes cultivos, pues es un animal que no pica y da una miel muy buena, señaló.
Precisó que los estudios resulta un gran impacto para la economía de la unidad, pues al aumentar los rendimientos, disminuyen los costos de producción.
Según puntualizó Danay Rodríguez, otra de las investigadoras, el proyecto abarca dos etapas, la primera: lograr incremento productivo del cultivo y la segunda: capacitar mediante un movimiento extensionista con los productores de fincas, Cooperativas de Créditos y Servicios y de otras unidades agrícolas.
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