Esa defensa la desarrolla en lo jurídico frente a seis investigaciones que le abrió la Fiscalía de la Nación y en lo político con mensajes por redes de Internet y mediante contactos con dirigentes sociales y poblaciones del interior, en evidente búsqueda de apoyo popular.
El mandatario tiene en la mira Parlamento, objeto de rechazo casi unánime al punto que, según el gerente de la encuestadora privada CPI, Castillo “tiene un gran aliado, que es la oposición”, por su pésimo manejo del enfrentamiento con el Ejecutivo.
“Tenemos 47 proyectos de ley presentados al Congreso y mientras ellos tienen una agenda para desestabilizar al gobierno y quebrar a mi familia, nosotros seguiremos empeñados en trabajar por el país”, señaló Castillo en un mensaje en Internet.
Agregó que el Poder Legislativo “que tiene el primer lugar en la desaprobación del pueblo (según diversas encuestas) quiere darnos muestras de moral y honestidad”.
Según el gobernante, sus detractores, como no tienen pruebas de sus acusaciones, se deucan a “crearlas y construirlas, quieren hacer ver ante el país que tengo incluso otras cuentas bancarias. Las únicas cuentas que tengo son el trabajo y lealtad con el pueblo peruano”, aseveró.
“No tengo carro del año, ni siquiera carro de segunda, porque estoy acostumbrado a caminar junto al pueblo”, añadió en el tercer día de contactos con la población y sus organizaciones.
Castillo encabezó una concurrida concentración en la localidad de San Rafael, donde volvió a denunciar el allanamiento de la residencia presidencial del pasado miércoles por la fiscalía para hacer, dijo, un espectáculo mostrando a sus familiares esposados.
La Fiscalía buscaba a Yenifer Paredes, hija putativa de Castillo, quien al día siguiente se entregó al Ministerio Público que la investiga por supuesto tráfico de influencias, de lo que se declara inocente.
De otro lado, el ministro de Justicia, Félix Chero, dijo que la entrega de las grabaciones de las cámaras de seguridad del Palacio de Gobierno para verificar si la la joven estaba en la sede y fue ocultada, es analizada por la Casa Militar, encargada de la seguridad del palacio, pues los registros pueden incluir contenido secreto.
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