Un informe del diario Prensa Gráfica toca un escabroso asunto que polariza hoy a la sociedad salvadoreña entre críticos y partidarios de la política oficial de mano dura contra grupos delincuenciales, facilitada por el estado de excepción que debe concluir a fines de mes luego de ser prorrogado en varias ocasiones desde su aplicación en marzo último.
Los familiares de capturados piden que se investigue a las personas antes de detenerlas y que liberen a las inocentes, reseña un extenso artículo de Prensa Gráfica que toda uno de los temas que es noticias habitual en el país.
«Los militares aquí han arrasado con todo. Le aseguro que acá cada familia tiene al menos un familiar detenido desde que inició el régimen», describió una lugareña al abordar la situación de Puerto El Triunfo, en Usulután, donde sus habitantes afirman que el municipio ahora es dominado por los militares.
Lo único que se atreve a contar la fuente es que en ese municipio las autoridades capturaron a pocos pandilleros y muchas personas inocentes.
Relata la informante que por las noches un grupo de militares patrullan las calles de Puerto El Triunfo en un pick up doble cabina con una bocina en la que piden a todos que «entreguen a los pandilleros».
Los soldados capturaron a pescadores, lancheros, peluqueros, motoristas e incluso a un exalcalde del municipio. Y los que quedan viven con miedo de poder ser el siguiente, según los relatos aireados por la publicación.
«Pareciera que uno hace drama, pero no es así. Este régimen de excepción para nosotros ha sido mucho peor que las pandillas. Ellos realmente son mucho peor que las tres pandillas juntas en un pueblito», opinó Camila, nombre bajo el cual se oculta una de las fuentes.
La cierto es que en el país hay división de opiniones entre los que apoyan la política oficial contra las llamadas maras y lo que la cuestionan aduciendo que la misma lleva a la cárcel a muchos inocentes.
Aunque no es menos cierto, según los propios pobladores, que en este municipio del Oriente del país operan las tres pandillas: la MS-13, el barrio 18 revolucionario y sureños. Los pobladores saben que la MS prácticamente está reducida a seis pandilleros que siguen libres y los que operan son los de la 18, pero que están ocultos a los manglares de las islas.
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