Datos disponibles de una investigación a cuatro grupos focales en Beirut, Monte Líbano y del Sur arrojaron que el 80 por ciento de las participantes estuvo expuesta a alguna forma de discriminación y solo el 39 por ciento de los casos fueron denunciados por ellas o alguno de sus colegas.
El informe de la entidad alertó sobre la ausencia de un mecanismo de denuncia, al tiempo que evidenció la prevalencia de la violencia electrónica contra las mujeres en las redes sociales.
Los resultados cualitativos mostraron que las activistas y políticas enfrentan diferentes formas de maltrato, pues los hallazgos también confirmaron que el patriarcado responde brutalmente a cualquier cambio de emancipación y libertad.
En la pesquisa, Maharat y la Fundación Civiles convocaron a los medios a adoptar un enfoque más considerado al cubrir casos de violencia contra las mujeres en la política.
Al mismo tiempo, coincidieron en que las plataformas de redes sociales deben moderar el contenido relacionado con formas de maltrato a la mujer para evitar la desinformación basada en el género, el discurso de odio, el acoso, el acecho, la extorsión y el ciberacoso.
La encuesta reunió a mujeres jóvenes, activistas políticas, periodistas y candidatas a las elecciones parlamentarias de 2022, con el objetivo de intercambiar experiencias personales y testimonios sobre la prevalencia de la violencia.
En este sentido, ambas organizaciones abogaron establecer un marco legislativo que prevenga la violencia y termine con la impunidad de los perpetradores.
Del total de 118 mujeres presentes en las listas electorales, solo ocho lograron conquistar el voto de la población para integrar el órgano legislativo libanés de 128 representantes.
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