Entre las víctimas figuraba una menor de 14 años, agredida por individuos armados en la plaza pública de Cité Soleil, mientras su madre buscaba alimentos para sus tres hijos.
El informe relata que cuatro embarazadas también fueron violadas y casi la mitad de las víctimas denunciaron que los asaltos ocurrieron en presencia de sus hijos, padres o parejas.
Además, seis de ellas presenciaron la ejecución de su cónyuge antes de ser sometidas, y los perpetradores se rehusaron a usar protección, por lo cual estuvieron expuestas a enfermedades de transmisión sexual.
Estos hechos tuvieron lugar mientras las pandillas del G-9 y el G-Pep se disputaban el control de la barriada de Cité Soleil, un extenso barrio pobre situado al norte de esta capital.
La organización denunció que una de las bandas en conflicto supuestamente tuvo acceso a materiales y equipamientos estatales, además de contar con la protección de unidades policiales.
Los enfrentamientos entre los dos grupos dejaron al menos 471 víctimas mortales, heridos y desaparecidos, aseguró la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití, que también criticó el empleo de niños soldados en total violación a los derechos de la infancia.
En un balance previo la Rnddh contabilizó 300 muertos y al menos 160 heridos y culpó al actual Gobierno de facilitar armas a la federación del G-9 para garantizar el control de la zona con vistas a un posible proceso electoral.
Tanto la ONU como la Rnddh coinciden en que cerca de la mitad de los fallecidos eran civiles sin relación con los grupos armados, y la violencia generada en la localidad empujó a decenas de miles de personas a huir de sus hogares.
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