Léger dijo al diario Le Nouvelliste que la población creció en la región pues muchos residentes de Martissant, un barrio pobre de la capital, huyeron al sur como consecuencia del auge de la violencia y las acciones de los grupos armados.
“Los precios de los productos agrícolas han aumentado. Esto es terrible. Temo una grave crisis humanitaria en el sur de la península”, alertó y señaló que el detonante podría ser el próximo reinicio del curso escolar cuando los padres deben afrontar gastos para el año académico.
Además, el agrónomo llamó la atención sobre cómo esa situación podría afectar a países vecinos como República Dominicana, Jamaica y Cuba que deberán enfrentar grandes olas migratorias.
Mientras tanto, el Gobierno está ausente, aseguró Léger y deploró que los políticos insultan a la gente pobre.
Hace un año un terremoto de 7,2 grados de magnitud sacudió el sur de Haití con un saldo de más de dos mil 200 fallecidos, 12 mil 700 heridos, así como 130 mil viviendas y más de mil escuelas destruidas o dañadas.
La economía de la región colapsó y el Gobierno admitió que son necesarios unos dos mil millones de dólares para levantar los departamentos afectados.
La víspera, en un balance de varios ministerios por el aniversario de la tragedia, el titular de Agricultura, Brédy Charlot, aseguró que se invirtieron 7,5 millones de dólares para la recuperación del sector, mientras la cartera de Asuntos Sociales distribuyó 300 mil canastas solidarias y transfiere ayuda monetaria a cientos de personas damnificadas.
Según datos oficiales, al menos 850 mil personas fueron víctimas de la tragedia y aún muchas viven en refugios improvisados sin esperanza de regresar a sus hogares.
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