«Claro, si los estadounidenses buscan una confrontación seria con Pekín, la situación en la economía empeoraría aún más, puesto que el gigante asiático ya es una potencia económica mundial comparable con la nación norteña, y no sería fácil para Washington», refirió el diplomático a la cadena Rossiya 24.
Birichevski recordó que la situación en torno a Taiwán se agravó tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el pasado 3 agosto, pese a las protestas de China. Primera visita de alto nivel de la Casa Blanca a la isla en 25 años.
En mediod e ese escenario, la Administración del presidente Joe Biden se distanció del controvertido viaje, alegando que la política toma sus propias decisiones.
Sin embargo, como muestra de la pugna de Washington, en apenas dos semanas, el domingo 14 de agosto, arribó a Taipéi la segunda delegación de congresistas estadounidenses.
Los vínculos entre China y la isla de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago.
Las relaciones entre Taiwán y la China continental se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.
La política fundamental del Gobierno chino respecto a la isla es la reunificación pacífica bajo el principio de «un país, dos sistemas». mv/odf
