El estado de cosas actual retrotrae a la actualidad los acontecimientos de dos años atrás cuando el gobierno impuso el estado de emergencia por tres meses después que el diluvio de la época lluviosa matara a un centenar de personas y arrasara unas 100 mil viviendas en las mismas regiones.
La cifra de casas destruidas en esta ocasión es superior, 134 mil, otro saldo que se entiende como provisorio ya que la época lluviosa termina en septiembre lo que deja un margen de casi un mes para nuevos y mayores perjuicios humanos y materiales.
En esta ocasión los mayores daños ocurrieron en la provincia central de Al Jazira (La Península, en árabe), aunque también afectan a las de Kordofán del Norte, Kordofán del Sur, Darfur Sur y Río Nilo, acorde con el informe difundido al país por el portavoz del Consejo Nacional de la Defensa Civil.
Varias aldeas están aisladas y sus habitantes permanecen en zonas altas o en los techos de sus viviendas en espera de una ayuda que no llega ya que el gobierno militar de transición de abstiene de anunciar medidas de contingencia.
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