Estos datos deberían quitar el sueño a un primer ministro interesado en apoyar al Ejército, afirmó en Twitter el también ex juez interino de la Corte Suprema en alusión a recientes declaraciones del jefe de Gobierno, Yair Lapid.
Esas cifras, y el asesinato de la periodista palestinas Shireen Abu Akleh, no pueden pasar “sin examinar la situación en la que la mano de los soldados es sorprendentemente ligera al apretar el gatillo”, subrayó.
Benyair llamó a Lapid y al titular de Defensa, Benny Gantz, a controlar a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), “en lugar de emitir declaraciones ciegas de apoyo, lo que solo fomentará más asesinatos de inocentes”.
El primer ministro israelí respaldó hace dos días la decisión de las FDI de no procesar al militar que asesinó de un disparo a la comunicadora el 11 de mayo último.
Las Fuerzas Armadas admitieron el lunes que existen “muchas posibilidades” de que uno de sus efectivos matara a Abu Akleh durante una redada castrense en la ciudad de Jenin, norte de Cisjordania.
“…Que nadie se confunda, nuestros soldados tienen el respaldo total del Gobierno”, subrayó Lapid.
En respuesta, la cancillería palestina criticó al político, a quien acusó de otorgar luz verde a los crímenes de los uniformados en los territorios ocupados.
Las palabras de Lapid reflejan las órdenes del gobierno de ocupación a sus soldados de disparar a matar a cualquier ciudadano palestino, denunció el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El 26 de mayo último, el fiscal general palestino, Akram Khatib, reveló los resultados de una investigación sobre ese crimen que apuntó a los uniformados del vecino país.
Los soldados le dispararon a la periodista cuando intentaba huir de la zona, aseguró durante conferencia al presentar las conclusiones de la pesquisa.
rgh/rob
