Desde la víspera, el edificio del Senado de Ottawa y la Torre de la Paz están bañados con luces de color azul real como tributo a su majestad, en una iluminación que permanecerá durante todo el tiempo de duelo.
También el Gobierno prepara una ceremonia conmemorativa nacional, que incluirá un desfile y otras actividades honoríficas con la presencia de funcionarios y representantes de organizaciones con las que la monarca tuvo una estrecha relación.
Las banderas ondearán a media asta en todos los edificios y establecimientos gubernamentales en territorio nacional y en el extranjero hasta la puesta de sol del día del funeral (previsto el 18 de septiembre), con excepción de la jornada de la proclamación del nuevo monarca, Carlos III.
También para rendir homenaje a Isabel II, los canadienses pueden firmar el libro de condolencias habilitado en línea y enviar mensajes a la familia real.
“Dios te bendiga y que descanses en paz, nuestra reina de Canadá. Te amábamos”, escribió un cibernauta.
Mientras, otros usuarios agradecieron el “incansable servicio de la reina” y su dedicación a los pueblos de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones), y aseguraron que la monarca será extrañada pero nunca olvidada.
Isabel II falleció este 8 de septiembre a la edad de 96 años en el castillo de Balmoral, en Escocia.
El primer ministro Justin Trudeau lamentó el deceso y subrayó el legado de su majestad.
Isabel II “fue una presencia constante en nuestras vidas, y su servicio a los canadienses será siempre una parte importante de la historia de este país”, escribió el jefe de Gobierno en su cuenta de Twitter.
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