Según el semanario alemán Der Spiegel, durante la filmación el realizador ocultó a los menores —actores no profesionales de entre nueve y 16 años— y a su padres, que la película aborda la pedofilia.
La dirección del certamen canadiense publicó que la cinta se retiró del Festival y se disculpó por las molestias ocasionadas, mientras el comité organizador del Festival Internacional de San Sebastián, en España, informó que su debut será en Zinelandia y que solo una orden judicial podrá suspender la proyección.
Filmada en 2019 en aldeas del noroeste de Rumanía, el largometraje cuenta la historia de un hombre austriaco, pedófilo, que enseña judo a menores en escuelas de esos lugares apartados del país.
La publicación germana advirtió que los menores participantes en la grabación fueron presionados para hacerlo semidesnudos en escenas violentas y de situaciones de alcoholismo, sin que sus familias conocieran de antemano sobre la temática del filme.
Una de las madres narró esta semana a la televisión rumana que en su momento se alegraron porque les pagarán con la actuación de sus hijos, “creímos que nos haríamos famosos, no sabíamos de qué se trataba”.
Der Spiegel indicó que la naturaleza de algunas de las escenas provocó, durante la filmación, momentos de tensión que llegaron a oídos de la Policía rumana, que en febrero inició una investigación, la cual debió cerrar porque ninguno de los seis menores denunció haber sufrido abusos de ningún tipo.
No obstante, los agentes del orden retomaron las pesquisas esta semana a raíz de las informaciones aparecidas en redes sociales y otros espacios públicos sobre posibles infracciones cometidas contra los menores en la filmación.
Por su parte, Seidl se defendió en la prensa austriaca, asegurando que nunca cruzó “los límites éticos y morales durante el rodaje”. Entretanto, el Instituto Austriaco del Cine (ÖFI), uno de los productores de Sparta, también abrió una investigación sobre lo sucedido.
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