El 1 de este mes, alrededor de las 21:00, hora local, Sabag, de 35 años y nacionalidad brasileña, apuntó con una pistola a la cabeza de la exmandataria cuando saludaba a personas reunidas en las afueras de su domicilio en el capitalino barrio de Recoleta.
Aunque apretó el gatillo, el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó.
El domingo 4 en la noche, oficiales de la Unidad de Investigación Antiterrorista arrestaron a su novia, Uliarte, luego de que fuera detectada en imágenes de cámaras de vigilancia ubicadas en las proximidades del apartamento de la ex jefa de Estado.
La pareja enfrentará cargos por “haber intentado dar muerte a Fernández, contando para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”.
El día 9 fue identificado en grabaciones Gabriel Nicolás Carrizo, amigo y posible líder del grupo que vigiló la casa de Fernández antes del atentado.
También son analizados los vínculos de Uliarte con grupos extremistas y antiperonistas como Revolución Federal.
Para esta semana, está previsto que el fiscal Carlos Rívolo presente un dictamen, en tanto son analizadas nuevas pruebas como un video en el que aparece Sabag manejando el arma usada en el ataque, lo cual descarta la hipótesis de que el individuo no sabía cómo emplearla.
De acuerdo con Página 12, un testigo aseguró ver al sujeto realizar un intento de manipulación para mover la corredera de la pistola Bersa, semiautomática de acción simple y calibre 32, después que falló su intento de asesinar a la vicemandataria.
Por su parte, peritos de la División Balística confirmaron que el arma funcionaba bien.
En estos momentos continúa la revisión de varios celulares hallados durante registros en la casa de Sabag y se trabaja para determinar la existencia de un líder o alguien que suministraba dinero a los implicados.
En un teléfono de Uliarte fueron encontrados mensajes como: “Hay que tirarle molotov a la Casa Rosada” y “Tenemos que generar hechos, no protestas”.
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