Voy a hablar de la paz en el mundo y la postura de México en el conflicto de Rusia y Ucrania, y presentar una propuesta a la ONU de un comité de mediación integrado por la primera ministra de India, el papa Francisco y el líder de la ONU, para que de inmediato se inician conversaciones.
Estas serían tanto con el presidente de Ucrania como el de Rusia, y también se consiga con la participación de todos una tregua de cuando menos cinco años ejercicios bélicos, practicas nucleares, intervenciones, injerencia en conflictos internos para que los gobiernos se ocupen por entero de los grandes y graves problemas de los pueblos.
Y eso que voy a exponer la noche del 15 y madrugada del 16 se presentará formalmente en la Asamblea General de la ONU por el canciller Marcelo Ebrard, reiteró.
Es muy irresponsable, dijo, que una élite actúe en nombre de todo el pueblo en función de sus ideologías e intereses hegemónicos, económicos, comerciales, y lucre con el daño que nos causa la guerra de Ucrania.
Primero las víctimas que provoca, y luego todos los efectos negativos comerciales, la inflación mundial se afecta a todos, la crisis de producción y distribución de alimentos, la energética, el abasto insuficiente de gas en Europa, y todo eso se pudo evitar, es lo más triste.
Les dijeron a los pueblos “va a haber una guerra pero tenemos que pagar un precio, hay que bañarse con agua fría y no con caliente, ¿estás de acuerdo? Vamos nosotros a mandar bastantes armas y van a haber muerto, ¿estás de acuerdo?, pero a nosotros no nos va a afectar porque estamos lejos”.
Es lo más irracional que pueda haber. No a la guerra y es lo que queremos plantear en la ONU, clamó el presidente.
Todo eso es lo que cuestionamos de la guerra de Rusia y Ucrania, que se promovió y promueve de arriba, en la cúpula, por el poder económico y político, sin consultar a los pueblos, y es a quienes perjudica.
Eso, dijo, no es un derecho de ningún gobierno, ni de grupos hegemónicos a quienes no corresponde tomar esas decisiones que perjudican a los pueblos.
Hay que explicarle a la gente que el poder solo se convierte en virtud si se toma en servicios de los demás, sin prepotencia ni hegemonía, y lo que deben hacer es servir a la gente.
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