De acuerdo con la CE, la decisión se basa en el mecanismo de condicionalidad que permite congelar los fondos a un miembro de la Unión Europea (UE) de considerar que los recursos entregados serán utilizados inadecuadamente.
Activado el 27 de abril, con esa decisión quedaría sin ejecutar el 65 por ciento de tres programas operativos.
La conclusión del brazo ejecutivo comunitario es que las medidas correctivas propuestas podrían, en principio, abordar los problemas señalados si se detalla correctamente en las leyes y normas pertinentes y se implementan en consecuencia.
Según la CE, pretenden suspender las entregas, principalmente, por las deficiencias encontradas en la contratación pública.
Las relaciones de Hungría y la UE están laceradas desde hace meses por la posición adoptada por el Gobierno de esa nación frente a las sanciones comunitarias a Rusia en la venta del gas a los clientes europeos.
En fecha reciente las autoridades húngaras pactaron con el gigante energético ruso Gazprom para incrementar las entregas de septiembre y octubre, precisamente cuando Europa está en medio de una crisis energética y se acerca el otoño.
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