Desde su fundación en 1999 por el líder sindical Tass Bull, este programa permitió que aproximadamente un millar de niños fueran beneficiados cada año por los aportes realizados por esta organización y cerca de 500 apoyados para tratamientos quirúrgicos de gran complejidad, destacó el embajador cubano, Ariel Lorenzo Rodríguez.
Al entregar la distinción a integrantes del proyecto, enlazado con el Cardiocentro Pediátrico William Soler, de La Habana, el diplomático subrayó que la iniciativa merece el reconocimiento permanente, por ser este segmento poblacional uno de los más afectados por el bloqueo que mantiene Estados Unidos contra Cuba.
En todos estos años, enfatizó el embajador, el Cardiocentro recibió de los amigos australianos equipos, material médico, instrumental quirúrgico, mobiliario hospitalario y otros insumos, en múltiples envíos hechos directamente desde Australia o desde otros países.
El camino de solidaridad y amistad entre los pueblos australiano y cubano se mantuvo incluso en periodo de pandemia, apuntó antes de recordar que dicho proyecto se sumó en 2021 a los esfuerzos de las sociedades de amistad Cuba-Australia y otras organizaciones para socorrer a la población pediátrica y disminuir las afectaciones por la Covid-19.
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