Según reportes de prensa, el mandatario sostuvo el pasado domingo una conversación telefónica con la familia de la fallecida, a quienes expresó sus condolencias y aseguró que seguirá el caso hasta que se aclare.
La joven iraní, de 22 años, falleció hace tres días, por supuestas lesiones tras ser detenida el 13 de septiembre en una comisaría en Teherán para participar en una clase de educación y orientación sobre las normas de la vestimenta, por el uso incorrecto del hiyab (velo de uso obligatorio en los países musulmanes)
El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, recalcó en una entrevista con la agencia iraní de noticias IRIB que el caso está bajo un seguimiento serio y el Parlamento instaló un comité especial para investigar.
De igual forma, el fiscal general, Ali Alqasi Mehr, aseguró que la Fiscalía no permitirá negligencia alguna en ese asunto y de probarse infracción de los funcionarios serán tratados dentro del marco de las normas legales, pero reaclcó que esa instancia contrarrestará todos los intentos de manipular lo ocurrido.
Por su parte, el jefe de la Policía de Teherán, Hosein Rahimi, rechazó la víspera las acusaciones de los medios de comunicación, que señalan la causa de muerte de Amini como consecuencia de una brutal golpiza mientras estaba en la comisaría, y aseguró que ni siquiera fue maltratada.
Un vídeo publicado el viernes pasado por la Policía muestra que la joven cae al suelo sin tener ningún contacto físico con los agentes, pero la prensa occidental intensificó los ataques contra el Gobierno y las fuerzas policiales.
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