«La pandemia de Covid-19 y sus efectos sanitarios, económicos y sociales nos obligan a reflexionar profunda y seriamente sobre las herramientas disponibles, para buscar mejores respuestas a los retos presentes y futuros», apuntó André en un evento coorganizado con Suecia, Sudáfrica, la Fundación de ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este evento, incluido en la agenda de trabajo del 77 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, el canciller tico destacó la importancia de la cooperación internacional para la construcción conjunta de soluciones y de estrategias de prevención en materia sanitaria.
Tras reconocer que ningún país puede hacerlo solo y que la comunidad internacional debe intensificar su colaboración, André sostuvo que Costa Rica tiene la firme convicción de que trabajar en soluciones conjuntas es una obligación moral.
«En ese sentido, mi país ha abogado por reconocer la salud no sólo como un derecho humano, sino como un verdadero bien público global», precisó el jefe de la diplomacia tica.
Al respecto, mencionó que San José hizo contribuciones a este cambio de paradigma, como la creación, junto con la OMS, del Grupo de Acceso a la Tecnología Covid-19.
Asimismo, prosiguió, Costa Rica considera que para lograr la cobertura sanitaria universal se requieren condiciones globales, bajo los principios de solidaridad, cooperación y responsabilidad compartida, que potencien las posibilidades a nivel nacional de proteger la salud de las personas.
André detalló además que su país participa activamente en los órganos internacionales y en las negociaciones de Ginebra para asegurar, entre otras cosas, un tratado internacional que incorpore un claro enfoque basado en los derechos humanos.
También, refirió, un acuerdo que refuerce la responsabilidad compartida sobre el acceso y el beneficio de la producción local, la transferencia de tecnología y conocimientos, y la aplicación de contramedidas eficaces.
Finalmente, André ratificósu compromiso de trabajar con Sudáfrica, Suecia, y todos los Estados miembros, así como con todas las partes interesadas, para lograr el máximo nivel de ambición en esta agenda, poniendo a las personas en el centro de las preocupaciones y acciones.
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