En declaraciones a Prensa Latina, la economista y catedrática indicó que se trata de un sistema en que la economía ponga en su centro a los seres humanos. Tener vida sana, garantizar alimentación saludable y a precios razonables, la necesidad de trabajo y salario justo, además de acceso al agua potable, dijo, son eslabones claves del imaginario social de un Panamá más justo y equitativo.
Gordón rechazó que en un país rico en recursos hídricos, casi un 11 por ciento de una población de 4,2 millones de habitantes no tiene acceso al agua potable y solo en la ciudad capital, más de 300 mil personas no cuentan con el vital líquido todos los días de la semana.
También aspiramos al derecho a vivir que nos los quieren arrebatar cuando dicen que hay que incrementar la edad para jubilarse, agregó.
Cuando hablamos de vida digna, con medidas a corto, mediano y largo plazo, indicó, nos referimos también a las garantías de seguridad social, salud y educación de calidad, a un crecimiento económico en armonía con la naturaleza.
De igual manera, dijo que en su proyecto de país defenderá el derecho al goce pleno, a la recreación, al deporte, a la cultura, que permita ofrecer a todos los ciudadanos por igual un horizonte de esperanza.
Acerca de las manifestaciones contra el alto costo de la vida que en julio último estremecieron a Panamá señaló que permitieron consolidar la unidad de la llamada lucha reivindicativa, pero que necesita dar un salto cualitativo y ganar en organización y movilización de las comunidades, en el terreno electoral.
Debemos pasar al debate en todos los planos, que como resultado final nos permita construir poder popular, que es garante de una sociedad más justa, equitativa, de democracia real, de garantía de los derechos humanos en su más amplia connotación.
En torno a una segunda fase en octubre de la mesa única de diálogo instalada el pasado 21 de julio entre organizaciones sociales y el Gobierno, con la participación ahora de los empresarios, afirmó que los colectivos tienen suficientes argumentos para mostrar una vez más las causas de los problemas que aquejan a la población, pero sobre todo a los responsables.
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