Ello ocurrirá como consecuencia del aumento de los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y la inestabilidad económica, agravados por la pandemia de la Covid-19 y los efectos en cadena del conflicto en Ucrania, precisó el texto.
A escala mundial, un máximo histórico de 970 mil personas se encontrarán en situación de hambre catastrófica, y están sufriendo inanición o se prevé que la padezcan o corren el riesgo de que sus condiciones empeoren hasta un nivel catastrófico en Afganistán, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Yemen sino se adoptan medidas, precisó el documento.
Puntos críticos del hambre: alertas tempranas de la FAO y el PMA sobre la inseguridad alimentaria aguda, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), se insta a adoptar medidas humanitarias urgentes para salvar vidas y medios de vida.
Se trata de una urgencia para prevenir la hambruna en los países en situación crítica en los que se prevé que la inseguridad alimentaria aguda empeore entre octubre de 2022 y enero de 2023.
Muchas personas, sobre todo en los países más pobres, que todavía tienen que recuperarse de las repercusiones de la pandemia, sufren los efectos en cadena de los conflictos en curso que impactan en los precios, el suministro de alimentos y fertilizantes y agravan la emergencia climática.
Sin una respuesta humanitaria muchísimo más amplia basada en la prestación urgente de asistencia en el sector agrícola con el objetivo de salvar vidas, es probable que en los próximos meses la situación empeore en muchos países, señaló el director general de la FAO, QU Dongyu.
Las personas que sufren las peores consecuencias de la crisis actual también se enfrentan al aumento de los precios de los alimentos y a la grave escasez de oportunidades para ganarse la vida, preciso el director ejecutivo del PMA, David Beasley, quien solicitó urgente ayuda para los que están en grave peligro de inanición en Somalia y los demás puntos críticos del hambre del mundo.
Según el informe, Afganistán, Etiopía, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y el Yemen permanecen en máxima alerta como puntos críticos y por sí solos representan casi un millón de personas con niveles catastróficos de hambre, para quienes la inanición y la muerte son una realidad diaria.
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