Según el Ministerio Público, un total de 63 mil 125 registros, además de un número no precisado de mensajes telefónicos de texto, fueron obtenidos en las pesquisas y se han escuchado, transcrito y analizado solo un 15 por ciento, o sea nueve mil 341, lo cual tomó tres años.
Las escuchas apuntaban inicialmente a jueces bajo sospecha de favorecer a narcotraficantes, pero la información obtenida amplió la cadena de contactos e intervenciones telefónicas hasta permitir el descubrimiento de la red criminal.
El reporte precisa que la labor de procesar los 53 mil 784 registros en un plazo de cinco meses fue encomendada a un equipo a cargo de la fiscal provincial Magaly Quiroz y los resultados pueden dar lugar a descubrir casos vinculados a la red llamada “Los cuellos blancos”.
La organización corrupta descubierta por la Fiscalía fue hecha pública por la prensa en julio de 2018 y entre sus integrantes o vinculados a estos había jueces, fiscales, políticos, empresarios, periodistas y otros personajes.
La organización estaba integrada por casi todos los integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura, encargada de nombrar y fiscalizar a jueces y fiscales, lo que usaban para proteger y promover a los integrantes de la red, por lo que fue reemplazada por la Junta Nacional de Justicia.
Hasta un juez de la Corte Suprema, César Hinostroza, fue sometido a juicio como principal integrantes de “Los cuellos blancos”, pero en octubre de 2018 se fugó a Ecuador y de allí a España, donde estaba en proceso de extradición cuando en julio pasado escapó presuntamente a Países Bajos.
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