He Xiaoying, directivo de un hospital materno en Shanghái, indicó que la evidencia clínica demuestra que múltiples interrupciones de embarazos dejan un gran impacto en la salud reproductiva de las féminas y en el país condujo a un aumento de quienes no pueden procrear.
Wang Peian, de la Asociación nacional de Planificación Familiar, reveló que las adolescentes actualmente representan el principal grupo en practicarse el aborto, con un promedio de cuatro millones de intervenciones al año.
Solo en 2021 China registró más de nueve millones de interrupciones a la gestación, con una proporción de 47,7 por ciento de las embarazadas menores de 25 años de edad y 49,7 entre mujeres que no tenían hijos.
Sin embargo, el año pasado solo nacieron 10,6 millones de bebés, la cifra más baja en décadas.
Los expertos llamaron a ampliar la educación sexual para prevenir un crecimiento mayor de los abortos y concientizar a los jóvenes sobre la importancia de cuidar la fertilidad, máxime cuando el país enfrenta un problema demográfico severo.
China mantiene una tendencia al envejecimiento poblacional acelerado y una caída alarmante en la natalidad.
Para revertirla, el Gobierno permitió a los matrimonios tener hasta tres hijos y anunció cambios en términos de vivienda, educación, salud, empleo, seguridad social e impuestos para aligerar la carga financiera en los hogares e incentivar la reposición de la familia.
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