Zajárova confirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores polaco convocó la víspera al jefe de la misión estatal rusa en Varsovia, Sergei Andreev, con el objetivo de buscar su apoyo y reacciones públicas en contra de la operación militar de Moscú en Ucrania.
Ante las intenciones, Andreev respondió a la cancillería polaca que no perdieran su tiempo, mientras esbozó su posición sobre los acontecimientos en territorio ucraniano, detalló la vocera.
«Este cobarde ataque contra el embajador ruso es una violación flagrante de las reglas universalmente reconocidas de la comunicación diplomática y demuestra el desprecio de Polonia por todas las normas concebibles de ética profesional. Condenamos enérgicamente esta insolente provocación», enfatizó Zajárova.
En ese sentido, reveló que “no se trata de un caso aislado”, pues en más de una ocasión diplomáticos rusos y funcionarios gubernamentales de alto rango son asediados por personas oficiales “con estas mismas proposiciones” a cambio de promesas de “beneficios personales”.
Zajárova aseguró que la persuasión occidental hacia diplomáticos de la nación euroasiática está condenada al fracaso, además de ser un método de trabajo inaceptable para la comunidad internacional.
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