En declaraciones a la prensa, Dupond-Moretti afirmó que su dimisión no está sobre la mesa y que cuenta con el apoyo del Gobierno.
Mi legitimidad está dada por el presidente, Emmanuel Macron, y la primera ministra, Elisabeth Borne, quien ayer me reiteró toda su confianza, esgrimió el ministro, reenviado a la Corte de Justicia de la República.
Dupond-Moretti enfrenta denuncias por apropiación ilegal de intereses, después de que magistrados lo acusaran de aprovecharse de su cargo para rendir cuentas sobre viejas diferencias con ellos.
Por su parte, la mano derecha de Macron en el Elíseo lidia con un proceso judicial desde el 23 de septiembre por el mismo delito, en una investigación por sus presuntos vínculos con el armador ítalo-suizo Mediterranean Shipping Company (MSC), compañía fundada y dirigida por los primos de su madre, la familia Aponte.
Aunque Dupond-Moretti y Kohler insisten en su inocencia, diversas voces de la oposición demandaron su renuncia, en sintonía con los llamados a la dimisión de figuras de la izquierda como el diputado insumiso Adrien Quatennens, señalado por violencia conyugal, y su colega ecologista Julien Bayou, por violencia psicológica.
Espero con impaciencia los pedidos de dimisión desde la mayoría relativa (el oficialismo) del ministro de Justicia y del principal colaborador del jefe de Estado, manifestó en tono irónico el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure.
Entre los conservadores del partido Los Republicanos, su jefe de bancada en la Asamblea Nacional, Olivier Marleix, consideró que mantener a Kohler en el cargo “sería una injuria a la institución judicial”.
acl/wmr